Maradona perdió su última apuesta

Esta operación que le pasó a Diego, lo había vuelto a acercar a sus hijas mayores Dalma y Gianina. De las cuales estaba distanciado por diferentes temas personales. Es que el 10 argentino con los años se fue alejando de su familia producto de los secretos de su pasado.

Igualmente él una vez pasados los años, reconoció a sus hijos producto de infidelidades matrimoniales mientras estuvo en Italia. Así mismo, cuando sacó a la luz todo esto, siempre estuvo dispuesto a velar por sus hijos.

En la vuelta a su país, llegó para dirigir a Gimnasia y Esgrima de La Plata. Pero más que nada para compartir con su familia, en su casa, sus hermanas, su mujer y alguno de sus hijos.

El planeta fútbol, es el que está de luto y todo el mundo del deporte. Es que no solo en Argentina es llorado, en todo el mundo Maradona es reconocido por su brillante juego. Napoli, el club que lo catapultó en Europa, llora su partida, Diego fue el máximo ídolo del club y lo sigue siendo hasta ahora.

Compañeros del Mundial de México 1986, aquel que le mostró al mundo quién era Diego Armando. Jugadores, entrenadores y reconocidas personalidades a nivel mundial han llorado la pérdida del 10 argentino. Desde Pelé, Cristiano Ronaldo, hasta reconocidos actores de cine. La Champions también ha realizado su homenaje con un minuto de silencio en cada partido.

Lionel Messi, Sergio Agüero los principales afectados, este último sintiéndolo por doble lazo. El dolor de perder al ídolo máximo, el dolor de perder a un amigo. Pero sobre todo el dolor de ver a su hijo perder a su abuelo.

No hay gente en el planeta fútbol que no llore esta pérdida. Desde ahora en más no solamente será Dios en el fútbol, aquellos que creen en el astro argentino. Como lo son los seguidores de la iglesia maradoniana, esas personas fanáticas del 10 argentino.

Una iglesia que cuenta los años desde el día del nacimiento de Diego Maradona. Lo hacen llamar como “d.D” (Después de Diego).

Una apuesta que a Maradona lo hizo llegar mucho más lejos que un jugador de fútbol. Pasar a ser algo más, mucho más ahora que se ha convertido en mito. En la ciudad de Rosario, lugar físico donde se encuentra la iglesia maradoniana, lugar que a partir de ahora será el refugio para aquellos amantes del 10 argentino.

Esta es una iglesia que se ha expandido a nivel mundial, no solo en Argentina. También se encuentra en más de 13 países, España, Alemania, Perú, Brasil, Uruguay entre tantos otros.

Para tener una idea, ya son más de 500 mil personas las seguidoras de esta religión que hoy tiene a su Dios en un lugar celestial. Una iglesia que ha sido criticada por la Iglesia Católica y por mucha gente en general. Donde sus seguidores siempre remarcaron que es solamente para dar lugar a las emociones generadas por por Maradona.

Desde sus comienzos la apuesta de Maradona fue jugar al fútbol y llegar a un mundial. Algo que logró, pero no solo lo jugó, también lo ganó. Ganando una de sus mayores apuestas sin lugar a dudas.

Ahí fue donde mejor se lo vio, en su lugar de ensueño, dentro de un campo de juego y con una pelota. En su lugar más feliz, donde siempre se lo vio con una sonrisa. Logrando ser feliz desde que comenzó en Argentinos Juniors, Boca, Barcelona, Napoli y Newell’s Old Boys de la ciudad de Rosario.

Dando todo por cada camiseta que defendió, pero sobre todo con Argentina, amo jugar por su país siempre. El mismo Diego en 2005 dijo que en su lápida el día que le tocara partir, colocarán la leyenda “Gracias fútbol”. Nadie imaginó que sería tan pronto, tan solo 15 años después.

Sus orígenes políticos, acompañando siempre sus ideas, acogido en La Habana por Fidel Castro. Quien curiosamente también falleció el 25 de noviembre, al igual que Diego. Siempre peleó por ello, sin importarle nada. Cuando todos le dieron la espalda Cuba lo acogió y siempre fue agradecido por ello.

Lo peor que le pasó a Maradona en su vida fue la adicción a la cocaína. Ese momento del doping positivo previo al mundial de 1994 terminó por destruir su vida. Esa vida, la que más feliz lo hizo, dentro de un campo de juego. A partir de ahí fueron 10 años de más malas que buenas.

Donde en varios momentos estuvo al borde de la muerte y siempre pudo ganar el partido a pesar de tener todas los pronósticos en contra. Siempre salió adelante, pero los años y sus enfermedades lo fueron deteriorando hasta llegar a este día fatídico.

Lo que siempre quedará claro es que Diego Armando Maradona no será jamás olvidado. Amado y odiado pero siempre fue fiel a su manera de ser. Hoy jugó su apuesta con la vida, esa que hacemos todos, para vivir un día más. Pero en esta ocasión, no tuvo suerte, Maradona perdió su última apuesta.